Crítica: Huesera es la película de terror más original mexicana
‘Huesera’ de Michelle Garza Cervera gustó tanto en el Festival Internacional de Cine de Morelia, que ganó el premio del público que otorga el prestigioso Festival. En este artículo encontrarás una crítica de esta gran película y el porqué debes verla.
Sinopsis
Valeria (Natalia Solián) y Raúl (Alfonso Dosal) parecen tener una relación perfecta. Ahora que ella, finalmente, se ha embarazado después de varios intentos, los dos lucen más determinados a compartir sus vidas juntos. Pero después de este evento en apariencia feliz, Valeria empieza a experimentar visiones extrañas que parecen tener su raíz en las ansiedades físicas y sociales del embarazo y la maternidad.
Huesera es una película de terror psicológico que cumple en todos los ámbitos
Es en la construcción de su protagonista donde Huesera brilla más. En Valeria se depositan expectativas complicadas y contradictorias: una familia que no la ve capaz de criar a un niño, una pareja que de repente deja de sentir esa misma atracción sexual hacia ella, y un romance lésbico pasado del que parece huir en busca de una idea más convencional de amor.
Las personas que la rodean y de forma indirecta la presionan en direcciones contradictorias, no actúan de una simple malicia; se sienten como extensiones naturales de dinámicas sociales. No es que Valeria tenga que aceptar las radicales transformaciones de su cuerpo y superar sus temores antes de ser madre. Debe cuestionarse si en verdad quiere serlo.
Su concepto central (visiones que nadie más puede percibir o comprender) le dan protagonismo a su sentir interno y su experiencia subjetiva. La propuesta más radical de la película se encuentra en su descubrimiento de otras formas de comunidad y familia fuera del matrimonio nuclear y en aquellos lugares previamente pensados como oscuros y tabú.
El tema de la maternidad en Huesera nos hace reflexionar
Pero Huesera funciona a veces mejor como comentario sociológico que como película de terror. Algunos elementos visuales, como el simbolismo de la Virgen de Guadalupe, la estética del punk y el crujir de los huesos, enriquecen el significado ocasionalmente. Pero en su atmósfera no logra crear una verdadera sensación de peligro o temor que vaya más allá de la de otras películas de terror comerciales.
Los sustos se vuelven repetitivos y solo vuelven a los personajes un tanto más planos. Sus imágenes y sonidos no están a la altura de sus ideas, salvo en su final, con una nota agridulce que trata a la maternidad en su sincera complejidad. Como algo que puede ser precioso y transformador, cuando es deseado de verdad.
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