Analizando a los nominados al Óscar 2023: Mejor dirección
Como en cada año, entre los nominados al Oscar hay un poco de todo: los que se esperaban y las sorpresas, los favoritos a ganar y los que da gusto que por lo menos hayan sido nominados, los que claramente lo merecían y los que nos dejan dudar. Esto es cierto en la mayoría de las categorías ¿Quién es quién entre los nominados al Oscar de Mejor Dirección de este año?
Todd Field: Tár
El estadounidense Todd Field previamente había recibido nominaciones por guion y película por sus dos primeros largometrajes, In the Bedroom y Little Children, pero Tár es la primera vez que compite por el premio de dirección. Siendo su primera película en 16 años, Tár se siente fresca y poco convencional; diferente al tipo de dirección que suele recibir reconocimiento en Hollywood. La preciosa fotografía de Florian Hoffmeister y la monumental interpretación de Cate Blanchett son más llamativas, pero con abundancia de tomas estáticas y un ritmo glacial, Field prioriza la ambigüedad y la contemplación. La crisis interna de la conductora de orquesta Lydia Tár es revelada de manera gradual, a través de su domesticidad. Es un trabajo brillante, que la Academia hizo bien saliéndose de su zona de confort para reconocer.
Daniel Kwan & Daniel Scheinert: Everything Everywhere All At Once
El humor vulgar y los drásticos cambios de tono de Everything Everywhere All At Once son lo primero que llama la atención y lo que más fácilmente se queda en la memoria. Uno no esperaría que una película con dedos de salchicha y una secuencia de acción con inserciones anales sea celebrada por una institución como la Academia, pero henos aquí. No obstante, si la película se convirtió en el fenómeno que es ahora es gracias al cuidadoso equilibrio que maneja el dúo de directores Daniels. El mismo ingenio que aplicaron en su larga trayectoria de videos musicales y en su ópera prima Swiss Army Man aparece aquí de nuevo: su limitado presupuesto se convierte en variados universos paralelos y sus momentos más prosaicos amplifican la sinceridad y emociones de su historia de familia en lugar de eclipsarlas.
Martin McDonagh: The Banshees of Inisherin
El trasfondo de Martin McDonagh en el teatro resulta un arma de doble filo para su trabajo en pantalla. Por un lado, The Banshees of Inisherin presume algunas de las mejores actuaciones del año, que la Academia también reconoció con nominaciones para Colin Farrell, Brendan Gleeson, Barry Keoghan y Kerry Condon. Los cuatro crean personajes memorables y sus acentos y expresiones nos transportan definitivamente a la Irlanda de 1923. Pero en el aspecto visual y sonoro, la película debe ser la más convencional de las cinco nominadas, capturando los preciosos paisajes de Irlanda de manera bucólica pero sin distinguirlos o transformarlos verdaderamente. Dejar que el material hable por sí mismo es parcialmente un buen instinto como director, pero no necesariamente uno que resulta en una labor extraordinaria.
Ruben Östlund: Triangle of Sadness
Los mayores problemas de Triangle of Sadness pueden ser atribuidos a su guion (también de Ruben Östlund), que se compone de un perceptivo primer segmento, un desternillante segundo y un tercero donde el ingenio se agota por completo. La propuesta visual de Östlund es muy cuidada, con preciosas composiciones panorámicas y limpios planos generales que amplifican el absurdo de sus eventos. El segundo segmento, que de manera pausada captura las ansiedades que se cuecen dentro de su lujosa embarcación y culmina con distintos niveles de caos, debe ser el más logrado de toda la película. Pero la inclinación de Östlund por el humor fácil y vulgar nunca logra convertir a la película en la inteligente sátira que pretende; a diferencia del trabajo de un surrealista como Luis Buñuel (con quien se le ha comparado), su colección odiosa de ricos es tratada de manera complaciente y apenas subversiva.
Steven Spielberg: The Fabelmans
Steven Spielberg quizá no necesita ganar un Oscar, pues ya ha recibido la estatuilla en dos ocasiones previas por Schindler’s List y Saving Private Ryan. No obstante, su trabajo en The Fabelmans es quizá lo más íntimo y subversivo que ha hecho en toda su carrera. En su recuento semi-autobiográfico de cómo un joven se enamora y termina por dedicar su vida al cine, Spielberg juega de manera tramposa con el sentimentalismo del que frecuentemente se le acusa. El idilio suburbano que la familia Fabelman nos sugiere en un primer momento termina por revelarnos arrepentimiento y sueños frustrados, a veces revelados a través del mismo proceso de hacer cine. Su final puede dejarnos exaltados brevemente, pero entre más pensamos en ella, más aparente se vuelve su oscuridad.
¿Quién ganará el Oscar a mejor dirección? Daniel Kwan & Daniel Scheinert: Everything Everywhere All At Once
¿Quién me gustaría que gane? Todd Field: Tár