Under The Silver Lake y los ídolos falsos de la cultura pop
‘Under the Silver Lake’ (2018) dirigida por David Robert Mitchell
Sinopsis
Sam (Andrew Garfield) es un tipo desencantado de 33 años que descubre a una misteriosa mujer, Sarah (Riley Keough), bañándose en la piscina de su apartamento. Cuando desaparece, Sam se embarca en una búsqueda surrealista a través de Los Ángeles para descifrar el secreto que hay detrás de su desaparición, llevándolo a las profundidades más oscuras del misterio, el escándalo y la conspiración de la ciudad.
Antes de ver esta película te advertimos que no intentes buscarle sentido a la paranoia que la rodea, abre tu mente y disfruta de todas las referencias a la cultura pop que el director te presenta. Es increíble cómo con tantas referencias es una maravilla tan original en cuanto a la fotografía, el guión y el soundtrack.
David Lynch estaría orgulloso en la manera en la que su tocayo David Robert Mitchell introduce la división de la realidad con los sueños utilizando de manera muy inteligente recursos cinematográficos ya conocidos, cómo lo es el uso de los animales haciendo cosas extrañas para demostrar una dimensión desconocida.
Under The Silver Lake es un filme hipnótico y precioso. En cada escena nos muestra a un Hollywood desquiciado que aún con los errores de sus ídolos, seguirán hasta el final para verlos triunfar sin importar las consecuencias.
La mejor actuación es sin duda de la su protagonista, Andrew Garfield nunca había estado mejor, es increíble la manera en la que representa a la sociedad actual que se siente vacía cuando sus ídolos no son lo que esperaban, pero aún así aspiran a ser como ellos.
Quizás lo más particular de esta película es que se encuentra plagada de símbolos, referencias (Hitchcock en todas partes) y metáforas que no ayudan en nada para comprenderla, pero aún así al terminar de verla por más absurdo que parezca, creerás que el mundo es un enorme acertijo y es tu deber resolverlo.
Es imposible discernir qué escena es real y cuál no, y no importa porque no es importante entenderlo. Al fin y al cabo, nosotros tampoco podemos saber la razón de todo aquello que nos rodea.
¡Tienes que verla!