Crítica: ‘MaXXXine’ no llega a la altura de sus predecesoras
A24 ha apostado con todo después de sus éxitos en premios y taquilla: el ejemplo más reconocible es Everything Everywhere All at Once, ganadora a Mejor película en los Premios Oscar de 2023 y que recaudó más de 140 millones de dólares en todo el mundo. En el mismo año de estreno, Ti West presentó X y Pearl, cintas que formarían parte de una trilogía. Ahora llega MaXXXine, la tercera parte protagonizada por Mia Goth, quien también fue la actriz principal en las otras entradas de la colección.
Después de la matanza de sus amigos y colegas en 1979 —vista en X—, Maxine Minx (Goth) se instala en Los Ángeles en busca de ser una gran estrella de Hollywood. Ahora es 1985, temporada del Pánico Satánico, fenómeno acuñado por los medios de comunicación para referirse a la violencia masiva proveniente de cultos de índole perversa: cierto o no, adónde sea que vaya Maxine, la sangre seguirá derramando. Tras una serie de asesinatos dentro de su círculo social, la actriz toma precauciones mientras trata de obtener el protagónico de “The Puritan II”, trabajo difícil de lograr por su historial en la industria pornográfica.
Mia Goth es una de las pocas personas que resalta en ‘MaXXXine’
Se nota la gran diferencia de presupuesto entre la dupla X/Pearl y MaXXXine, especialmente por tener el elenco conformado por Elizabeth Debicki, Giancarlo Esposito, Halsey, Moses Sumney, Kevin Bacon, Lily Collins, Michelle Monaghan, Bobby Cannavale y una pequeña aparición de Sophie Thatcher, pero solo brillan unos cuantos. West también se encarga de los papeles de guionista y editor, pero sus esfuerzos no son suficientes para lograr una buena creación de personajes, con tan pocas características, además de que la duración corta de la cinta no le favorece.
No es sorpresa que la eminencia de la cinta sea Mia Goth, quien continúa representando a un personaje curioso pero vengativo y exigente. Su actuación sigue siendo remarcable pero no da para mucho, toma factura de un guion que no busca construir la evolución del personaje que vimos a sus 27 y que ahora regresa con 33 años casi cumplidos. En cambio, parece que la cinta se maneja con una lista de cotejo basada en referencias al cine de horror estadounidense y a la misma trilogía. Vemos uno que otro easter egg pero no es algo que necesita el guión, solo queda de sobra.
El apartado visual es el punto fuerte de ‘MaXXXine’
Sin embargo, la trilogía X siempre reluce por su diseño de producción y una dirección de fotografía adecuada a los subgéneros que busca homenajear cada entrega. En MaXXXine, Jason Kisvarday y Eliot Rockett se encargan dichos departamentos, respectivamente. Kisvarday es una gran adición, pues desde su trabajo con los Daniels demuestra la importancia que le da a cada elemento y escenario. Por su parte, Rockett ha sido el cinematógrafo de elección por West tras trabajar en toda la trilogía, además de The House of the Devil, la cual se encuentran remanentes dentro de MaXXXine, como los planos detalle de los cuchillos a punto de utilizarse en asesinatos.
West ha dirigido este par de cintas con varios géneros y subgéneros en mente, como el slasher, el drama y la fantasía; en MaXXXine, lleva el rumbo hacia las B-movies, el cine noir y el suspenso. El personaje de Elizabeth Debicki menciona querer hacer “películas B con ideas de las A”: así como en X, tenemos a una persona que sirve como una autoinserción de West, lo vimos con RJ (Owen Campbell) y sus motivos para hacer una película porno con influencias de la Nueva Ola Francesa; ahora tenemos a una directora ambiciosa y que busca demostrar lo capacitada que es.
Se reconocen las agallas de West al maximizar el desarrollo de la historia y la inclusión de nuevos personajes, todo con ayuda de A24 y su ascenso a salir del ámbito independiente, pero no hay resultados a la altura de X y Pearl. Una comparación de este predicamento puede ser la entonces trilogía de Scream con dos cintas fuertes seguidas por una deficiente tercera parte, la cual fue un poco sosa y terminó entrar en el territorio de la comedia. Esto también puede entenderse como un encanto, la absurdidad de hacer una película dentro de una película y la idea de no tomarlas en serio.
Tal vez es lo que quería MaXXXine, pero se presenta como una disonancia y la oveja negra de la trilogía, se deseaba que esta cinta fuera un último hurra, pero solo parece cometer pecados. A24 se encuentra en la transición de convertir su dinámica independiente a un estudio en forma: están los intentos en Beau is Afraid y Civil War, cintas con mayor presupuesto que títulos como Aftersun o Moonlight. Lo que demuestra su primera trilogía oficial es la necesidad de enfoque en el desarrollo y coherencia en sus historias, pero es un buen primer intento para lo que vendrá en el futuro.
