Crítica: ‘The Girl with the Needle’, un oscuro cuento de hadas
Recién nominada a los Globos de Oro a Mejor película en habla no inglesa, The Girl with the Needle ha dado de qué hablar desde su estreno en el Festival de Cannes: competidora a la Palme d’Or, la película ganó fama por ser una de las más gráficas y difíciles de ver. Dirigida por Magnus von Horn (Sweat) y co-escrita por él y Line Langebek, la cinta nos sitúa en una Dinamarca después de la Primera Guerra Mundial; Karoline (Vic Carmen Sonne) es una costurera embarazada que no parece salir de desgracias, hasta que conoce a Dagmar (Trine Dyrholm), una encantadora mujer que maneja una agencia de adopción clandestina.
Dado el contexto de posguerra, nuestros personajes tambalean entre lo que es correcto e incorrecto, pues lo único que buscan es sobrevivir en un país destrozado y lleno de pobreza; Karoline busca cumplir su fantasía de conseguir una vida acomodada. En su camino deberá conocer a personajes casi salidos de un cuento de hadas: arquetipos como el príncipe, el monstruo y la hada madrina, sin embargo, no será fácil, porque las apariencias engañan.
Vic Carmen Sonne en the Girl with the Needle (Cortesía: Mubi)
La elección de la oscuridad por encima de la luz
Algo que se puede percibir desde su escena inicial es la oscuridad que rodea la historia que veremos a continuación: lo primero que vemos es una serie de caras superpuestas y poco a poco se deforman macabramente. La fotografía en The Girl with the Needle recuerda bastante al Expresionismo alemán, corriente artística que buscaba expresar el aire deprimente de Alemania después de perder la Primera Guerra Mundial. El director de fotografía Michal Dymek (EO, A Real Pain) utiliza un fuerte contraste, mayoritariamente sin algún degradado, en donde el negro cubre a los personajes y lo único que suele relucir es el brillo de sus ojos, dando un resultado misterioso y terrorífico. También hay instancias en donde la iluminación viene por debajo de los personajes, casi como si cargaran una linterna y estuvieran listos para contar una historia de horror.
Tocando el tema que causó revuelo en el Festival de Cannes, el núcleo de la película es una serie de crímenes que impactaron a Dinamarca en la vida real. Langebek y von Horn usaron este evento para crear una historia situada en la periferia del mismo, con Karoline tratando de sobrevivir a pesar de las carencias. No me gustaría revelar los sucesos que inspiraron la historia, vale la pena ir a verla sin mucha información, pero se debe tener conocimiento de que los crímenes no son mostrados de manera explícita en The Girl with the Needle: ocultos visualmente, pero explotados sonoramente.
Trine Dyrholm en the Girl with the Needle (Cortesía: Mubi)
En el lado de las actuaciones, Vic Carmen Sonne y Trine Dyrholm son quienes se llevan los laureles, pues sus personajes guardan el mismo contraste que la fotografía: la iluminación y la oscuridad, lo correcto e incorrecto, la propia tesis de la cinta. Sonee hace que Karoline exprese sus sentimientos casi de manera única con sus ojos, mientras que Dyrholm demuestra una cara llena de carisma y calidez solo cuando es requerido.
The Girl with the Needle narra las consecuencias de una guerra que no se limita a su lugar en el tiempo, además de los extremos a los que una persona puede llegar con tal de seguir viviendo en un mundo que de todas formas no termina de ser suficientemente gentil, un espacio en el que debes escoger si vivir en la luz o en la oscuridad.
‘The Girl with the Needle’ es la representante de Dinamarca para competir en la categoría Mejor película internacional en los Oscars 2025. Estrenará el 9 de enero por MUBI Latinoamérica.
