#FICM2022: ‘Querían ser amados’ es un cortometraje que desafia lo tradicional
La selección oficial de cortometrajes del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) es muy prometedora como cada año. Ahí podrás encontrar grandes historias de ficción y documental que te acercan un poco más a la realidad que existe en diferentes partes de México gracias a la visión única de los realizadores.
Entre los cortometrajes que ofrecen una propuesta personal y que desafían el formato tradicional al que nos tienen acostumbrado, se encuentra ‘Querían ser amados’ del director Bernhard Hetzenauer.
El cortometraje es sobre una pareja visita lugares de una ciudad desconocida. Mientras se van conociendo poco a poco, los sitios que visitan guardan un recuerdo de su encuentro. ’Querían ser amados’ es una exploración onírica de la memoria en donde recorremos silenciosos que se unen a textos que narran una historia de amor.
Gracias al FICM, tuvimos la oportunidad de hablar con Bernhard Hetzenauer para conocer un poco más de su proceso creativo al momento de realizar el cortometraje y sus reflexiones sobre cómo fue filmar durante la pandemia.
CW: ¿Por qué o como decides realizar este proyecto?
Bernhard H: La idea inicial era hacer un documental sobre la relación que tenía en ese momento y filmar lo cotidiano entre los 2. Sin embargo, inició la pandemia y los confinamientos y al final no logré filmar lo que me había propuesto, la cámara estaba ahí, pero no me anime a grabar.
Cuando terminó todo, decidí, que ya quería filmar algo porque ya había postergado demasiado algunos proyectos y en agosto comencé con ‘Querían ser amados’ para despedirme de los tiempos del confinamiento. Volví a los lugares que fueron importantes durante mi relación en los tiempos de pandemia y simplemente los filmé.
CW: ¿Cómo es que decides apoyarte de texto únicamente para narrar la historia?
BH: Me gusta trabajar con voz en off en los documentales, porque la manera en la que habla la persona dice mucho de quien es o de donde viene, y en México, especialmente el acento y los modismos regionales son muy notorios.
Con este cortometraje en algún momento quise hacerlo de esa manera, pero no quería que la voz que narra sea concreta, pues creo que el texto es más gráfico y son varios lugares que se filman. Al hacerlo de esta manera, considero que es más sobre poesía, lo que hace que este trabajo sea un híbrido entre documental y ficción y lo experimental. Es por eso que decidí hacerlo de esta manera.
CW: En tu proyecto anterior ‘La Sombra de un Dios’ también vemos muchos paisajes y espacios rurales, ¿Hay alguna razón en particular por la que decidas trabajarlo? ¿Cómo influye en tu trabajo o de manera personal?
BH: Me gusta mucho ver películas que tienen que ver con lugares y pienso que de alguna manera los lugares guardan memoria y ciertas energías y más allá de la imagen, tiene que ver con la atmosfera y la energía que se sienten en esos lugares.
En ‘La Sombra de un Dios’ los lugares hablan del trauma y de una violencia que no se puede expresar, en ‘Querían ser amados’ es todo lo contrario, los paisajes que se muestran son bellos y las tomas pueden ser un poco cursis porque los colores que utilizo son de una connotación más romántica.
CW: En ese sentido, ¿Estás tratando de lograr algún tipo de secuenciación con tu trabajo? ¿O creas tus proyectos como van surgiendo?
BH: Hay una trilogía en mente con ‘La Sombra de un Dios’, ‘El lunar en su espalda’ y ‘Ellos a nuestro lado’, los 3 trabajos comparten la similitud de que están filmados con una voz en off y son el testimonio de momentos de violencia. ‘Querían ser amados’ es un proyecto muy personal, que nace de algo muy íntimo como mi relación y es un desahogo de estos años de pandemia que vivimos.
CW: ¿Qué referencias o influencias tienes que te ayudaron con tu proceso creativo en ‘Querían ser amados’ ?
BH: El cine ensayo fue lo que más influyó en mí, así como el cine experimental de Jonas Mekas y el cine del director cubano de Santiago Álvarez. Lo que más me fascina es el cine documental, porque existe tanta libertad, algo que a veces no encuentro en la ficción y el documental siempre se define por el uso de la imagen completa, cuestionando la representación directa y con un hay un testimonio que pone a prueba todo, como es en el caso del documental ‘Tempestad’ de Tatiana Huezo.
CW: Por último, ¿qué recomendación le darías al público que aún muestra resistencia hacia otras formas de documental más allá del tradicional o que desestima narrativa fuera de la entrevista?
BH: Debemos entrar a las películas sin prejuicios y entregarnos a la experiencia, porque nada es casualidad en la manera en la que los directores filman una secuencia. Los grandes servicios de streaming con Netflix acaparan el mercado actual y nos hacen creer que su estilo de documental es lo único que existe para contar historias. Debemos recordar que lo experimental abre espacios para una narrativa que te permite disfrutar de lo que estás viendo, sin un ritmo de montaje que te esté apresurando a consumir contenido que aún estás procesando.
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