Water Lilies: Aprender a sanar con Céline Sciamma
El nombre de Céline Sciamma fue de los más sonados en la industria del cine durante el 2019, por su aclamada «Retrato de una Mujer en Llamas» y con justa razón. Sciamma es una cineasta que escribe sobre las “tragedias” de la vida, utilizo el término “tragedias” porque los corazones rotos, el sentimiento de no pertenecer y los adioses se sienten como tal en su momento.
Algunas de estas tragedias no son tan grandes, pero resultan necesarias para crecer, conocernos mejor y sanar. Algo similar pasa con su filmografía. Los temas de las películas de Céline son constantes, pero su perspectiva y forma de contarlos han cambiado con el paso del tiempo. Para llegar a las bellísimas y gentiles Retrato de Una Mujer en Llamas y Petite Maman, tuvo que entender la tristeza y el dolor.
El cine de Celine Sciamma inicia con Water Lilies
Water Lilies es su primera película, protagonizada por Pauline Acquart, Adèle Haenel y Louise Blachère.
Suena a una historia simple de adolescentes: Marie y Anne son amigas, a Marie le gusta Floriane, Floriane es novia de François, a Anne le gusta François…. Pero los sentimientos son más complejos en cuanto avanza la historia: la vulnerabilidad emocional y física inevitable, el rechazo y deseo de intimidad, pero algunos se aprovechan del otro: Floriane lo hace para seguir en su estatus quo, François para saciar sus necesidades sexuales.
En varios momentos Sciamma sabe que sus personajes son crueles, pero no los juzga, los escribe con mucho cuidado. Sciamma estudia con precisión a la gente, entiende a los jóvenes, lo que están viviendo y sabe que se están descubriendo.
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Céline Sciamma durante las entrevistas para Retrato de una Mujer en Llamas dijo “No hay una mujer, ni una feminidad. Hay mujeres y hay feminidades”. Esta idea la refuerza desde Water Lilies, las tres protagonistas son muy distintas entre sí, todas rompen con los estereotipos que les podríamos atribuir en los primeros minutos de la película.
Anne (Pauline Acquart) es callada y un tanto solitaria, pero es precisa y aguda con cada palabra que dice, su introversión no es problema. Floriane (Adèle Haenel) es la adolescente más popular, sus compañeras la detestan porque siempre está rodeada de hombres, ella en realidad es diferente a lo que creen, aunque ha aceptado la imagen que la gente le ha dado. Anne (Louise Blachère) es insegura con su persona, pero se sabe defender y puede leer las intenciones de los demás.
Las tres adolescentes batallan de diferente manera con las imposiciones de lo que deberían ser como mujeres.
Céline Sciamma es una directora especial, nos recuerda que el cine puede ser un medio para encontrar paz y purificación de lo que algún día se sintió devastador (y que nadie más puede entender, porque cada tragedia propia es diferente).
Ser joven es sofocante, da miedo tener que vulnerarte y sentirse expuesto es una pesadilla, pero eventualmente aprendemos algo de ello.